viernes, 27 de noviembre de 2015

Tortilla de vegetales de hoja y queso

Yo creo que nuestra amiga Concha Cabello en su búsqueda continua de la tortilla perfecta, nos ha inoculado a más de una el deseo de experimentar con ingredientes varios para conseguir esa preparación original que se adapte al gusto familiar y a los productos que normalmente consumimos. Lo que yo pretendía en esta ocasión era lograr una tortilla de hierbas. Entre los vegetales que utilizo habitualmente se encuentran los de hoja, a los que añadiría unas cebolletas para el sofrito y uno o dos quesos para potenciar el sabor. Bien, como ya tenía claro los componentes a emplear, solo faltaba la preparación y esa ya os imaginaréis cual es, pero la detallo abajo. Tengo que decir que el resultado no nos pudo gustar más. Jugosa, sabrosa y tierna. Una forma sana y rica de comer verde. Las combinaciones son a elegir, ésta es mi propuesta, aunque no la única. Como siempre digo, sí, hay que jugar con la comida, solo así apreciaremos la variedad y la incorporaremos a nuestra dieta.
Espero que os guste a todos, especialmente a ti Concha, que para eso eres una experta en la materia.



Ingredientes:

-2 cebolletas (incluido el tallo)
-100 g de alcachofas (limpias y troceadas)
-100 g de hojas de espinaca
-100 g de col china
-100 g de queso semicurado
-100 g de queso feta
-1/2 cucharadita de eneldo
-4 huevos
-Aceite y sal



Preparación:

En primer lugar limpiamos las verduras. A las cebolletas les quitamos la piel exterior y las hojas feas y las troceamos menudas. A las alcachofas les quitamos las hojas duras exteriores y las puntas y las troceamos pequeñas. Las espinacas las compro de bolsa por lo que no requieren preparación y de la col china utilicé dos hojas que lavé y piqué. Ponemos una sartén al fuego con 5 ó 6 cucharadas de aceite de oliva. Incorporamos las cebolletas y las alcachofas, rehogamos unos minutos y añadimos las espinacas, hacemos lo mismo y agregamos la col china y sal. Cuando todos los vegetales estén tiernos, retiramos del fuego. En un bol batimos los huevos, les echamos la verdura rehogada, el queso semi rallado, el queso feta troceado, el eneldo y un poquito de sal, poca, porque el queso ya lleva. Mezclamos el conjunto y en una sartén con un hilito de aceite lo volcamos y dejamos cuajar a fuego suave. Damos la vuelta con cuidado, pues queda blandita y cuajamos por el otro lado. Si tenéis alguna duda de que por dentro no esté completamente hecha, la metéis dos minutos en el microondas y ya está. A disfrutarla!


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martes, 24 de noviembre de 2015

Un entrante de pimientos, patatas y huevo

Que me gusta la cocina de elaboración sana y sencilla es un hecho, pero conseguir que pocos ingredientes combinen bien y engendren un plato sabroso y apetitoso, no es tarea fácil precisamente. Por eso cuando encuentro esa fórmula mágica, la atrapo y le asigno un lugar en mi blog para que no caiga en el olvido. Me ocurrió con esta receta apuntada de no se sabe quién (ahora ya sí anoto la autoría) en mi super libreta de pendientes. Yo la he simplificado más todavía, aunque penséis que no se pueda, ya que siempre tengo pimientos asados envasados que son los que he utilizado. De esta forma obtuve un primero en ná de tiempo, para mi marido y para mi, que fuimos los que los disfrutamos. Y de qué manera! Rebañamos. ¿Que un día no sabéis contestar a la tan manida pregunta de quehagodecomer? Aquí tenéis una solución rápida. Y no le deis más vueltas. Está de rechupete.



Ingredientes:

-260 g de pimientos asados en tiras
-3 ó 4 dientes de ajo
-2 patatas
-2 huevos
-Aceite y sal



Preparación:

Pelamos y fileteamos los ajos. Los freímos en tres cucharadas de aceite y antes de que se tuesten demasiado añadimos los pimientos con el caldo del envase. Dejamos reducir a fuego medio-bajo y apartamos. Pelamos y freímos las patatas como tengamos por costumbre hacerlo. Las sacamos a un papel absorvente. En el aceite de las patatas freímos los huevos con una pizca de sal. Montamos el plato poniendo los pimientos en el fondo, encima las patatas y sobre ellas el huevo. Listo.


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viernes, 20 de noviembre de 2015

Tarta de queso al horno

Ésta rica tarta se la he copiado al pie de la letra  a mi encantadora Elia. Ya que últimamente, por razones laborales, se prodiga poco en su blog, con esta receta la traigo al mío y así no decae su presencia por la red. Tampoco es que haya sido un sacrificio de agradecer, pues la tarta está riquísima y enseguida la encontramos hecha, vamos, que he tenido la excusa perfecta para disfrutarla. Es un postre muy apto para todos esos ratones queseros que me consta que no andan muy lejos de aquí y que les va a venir de perlas para esos días que se acercan peligrosamente por el horizonte, que gustan de ir cargaditos de cosas ricas. Como además no es pesada de tomar porque no lleva la base de galletas y mantequilla que acostumbran estas tartas, podemos finalizar una comida normal con ella sin remordimientos. A nosotros nos ha encantado, por eso la recomiendo para daros ese gustazo que os merecéis.
Gracias Elia por este regalo.



Ingredientes;

-1 tarrina de queso crema tipo Philadelphia (250 g )
-3 yogures naturales
-3 huevos
-50 g de harina
-150 g de azúcar
-Mantequilla para el molde



Preparación:

Encender el horno a 180 grados. Untar el molde de mantequilla. Mezclar en un cuenco los ingredientes, menos la mantequilla, con la batidora para obtener una masa fina. Yo lo hice con una varilla manual, también quedó bien. Verter la masa en el molde que debe ser alto, pues sube bastante. Introducir en el horno durante 40-50 minutos aproximadamente. Pinchar para comprobar. Dejar enfriar y meter en el frigo. Yo la acompañé con mermelada de fresa tal y como Elia aconsejó y estaba realmente buena.


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martes, 17 de noviembre de 2015

Pollo al ajillo

Que levante la mano quien no haya comido alguna vez pollo al ajillo. ¿Lo veis? Nadie. Casi todos hemos crecido relamiéndonos con el regustillo a ajitos fritos que dejaba esa salsita donde descansaban los sabores del pollo casero bañado con frutos del huerto y vinito de garrafa. Es una receta que debía tener un justo lugar en mi blog, al igual que lo ha tenido siempre en el menú familiar. Si hace unos días calificaba al bacalao como el rey del mar, la lógica me dicta hacer lo propio con el pollo. Una carne que no necesita ingredientes apenas para concebir una comida, pero todos los que se le pongan le van bien. Solo le encuentro una pega a la preparación, hay que tener cuidado con la mano, que se va de forma automática hacia el pan y no hay quien la pare cuando se trata de mojar en la salsa, pero salvado este tic, no hay problema en disfrutar cuanto os apetezca. No hace tanto tiempo que este plato nos servía para celebrar un día especial, y aunque soy consciente de que los hábitos de consumo han cambiado ¿por qué no tenerlo en cuenta para Navidad? Hay muchos días y todos no vamos a comer marisco. Yo le pienso dar una oportunidad ¿y vosotros?




Ingredientes:

-1 pollo campero
-1 cabeza de ajos
-1 vasito de aceite de oliva
-Sal y pimienta
-El zumo de un limón
-1 hoja de laurel
-1 vaso de vino blanco
-1 vaso de agua



Preparación:

Limpiar y trocear el pollo. Yo le quito la piel para hacerlo más ligero, pero no hay problema en dejársela. Sacar los ajos de la cabeza y sin pelar, freírlos en el aceite caliente. Retirarlos a un plato y reservar. Salpimentar los trozos de pollo y freírlos en el aceite de los ajos. Añadir el zumo de limón, la hoja de laurel, los ajos reservados y el vino. Dejar evaporar un par de minutos e incorporar el agua. Ahora dejaremos hacer a fuego lento hasta que el pollo este tierno. Si fuera necesario se le puede añadir un poco más de agua. Para acompañar, un arroz blanco le va muy bien.


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viernes, 13 de noviembre de 2015

Bacalao con setas

¿No os parece que el rey del mar en la cocina es el bacalao? Mira que se pueden hacer recetas con él, ya sea fresco o en salazón, se adapta a todo tipo de ingredientes y preparaciones. Le he querido dar en este plato un toque otoñal con las setas, ya no se que inventar para que la estación aparezca, aunque solo se manifieste en la mesa. Las setas las he comprado, no he ido a buscarlas como me hubiera gustado, no siempre  se puede, pero también quedan muy ricas éstas, aún cuando carecen del atractivo que supone recogerlas in situ. En esta receta el mar y la tierra se complementan muy bien, es el ejemplo perfecto de un buen matrimonio. Ya quisieran muchos! Y perdonarme la ironía del momento. Mejor os dejo con la elaboración, no sea que pueda herir alguna sensibilidad.



Ingredientes:

-500 g de bacalao fresco
-3 dientes de ajo
-1 cebolleta
-250 g de setas variadas de cultivo
-1 pimiento choricero
-1 vaso de vino blanco de buena calidad
-Aceite y sal









Preparación:

Ponemos a remojo de agua caliente el pimiento choricero, con una media hora será suficiente. Picamos los ajos y la cebolleta. Las setas las dejé tal cual porque no eran grandes, si fuera así se pueden trocear. En una sartén con un fondo de aceite sellamos el bacalao, yo lo compré en Mercadona limpio y troceado, solo vuelta y vuelta, sacamos a un plato. En ese aceite freimos el ajo y la cebolleta. Añadimos las setas y sal, tapamos y dejamos cocinar cinco minutos. Vertemos el vino y la carne del choricero que habremos raspado con un cuchillo. Rehogamos unos minutos e introducimos el bacalao. Probamos de sal, cocinamos unos cinco minutos o hasta que el pescado esté a nuestro gusto y apartamos. Podemos servir con un poco de perejil picado si nos gusta, aunque yo no lo puse.


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martes, 10 de noviembre de 2015

Judías verdes en salsa

Fue hace bastantes años, cuando empezaba a dar mis primeros pasos con las cosas del comer, donde aprendí esta receta de un programa de cocina, no recuerdo ahora cual. Desde entonces nunca he prescindido de ella porque es como el buen pan, queda bien donde lo pongas. Como las judías verdes son algo sositas, hay que reconocerlo, esta forma de cocinarlas me gusta bastante, ya que la salsa les imprime sabor y suavidad a las vainas. Yo, que soy muy verdulera, si alguna se me hace menos apetecible, busco la forma de prepararla para consumirla con agrado y así no privarme de ella y disfrutar de la variedad que el mundo vegetal nos brinda. La judía verde la podemos encontrar en el mercado durante todo el año sin perjuicio de calidad y por lo tanto aprovecharnos de esa circunstancia generosamente. Yo lo hago porque me encanta trajinar en la cocina elaborando platos tan buenos; es uno de esos pequeños (o grandes) placeres que me gusta darme muy de vez en cuando.



Ingredientes:

-250 g de judías verdes
-2 dientes de ajo
-1 cebolla
-1/4 de pimiento rojo
-1 c/s de harina
-3 cacillos del agua de cocer las judías
-Aceite
-Sal
-1 huevo



Preparación:

Quitamos las puntas e hilillos a las judías y las troceamos. Después de lavarlas las cocemos en agua con sal hasta que estén tiernas, de 20 a 30 minutos, depende de la clase de judía, yo la compré plana.  Escurrimos y reservamos. Cocemos el huevo diez minutos.  Pelamos y picamos los dientes de ajo y la cebolla menudos y el trozo de pimiento en daditos. En una sartén con un poco de aceite rehogamos las verduras con un poco de sal hasta que queden pochadas. Añadimos la harina y seguimos rehogando. Vertemos el caldo de la verdura al tiempo que vamos moviendo la salsa. Por último añadimos las judías, rectificamos la sal y cocemos cinco minutos. Apartamos y las servimos con el huevo duro troceado por encima.



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viernes, 6 de noviembre de 2015

Crema de calabacín con tropezones

Acabo de leer que la primera página de nuestra vida en lo que a gustos se refiere, la escribe el hábitat y sus moradores. Aquí, ambos tienen sabor mediterráneo y eso ya es una garantía ¿no?. La tierra nos regala productos maravillosos y su gente el saber cultivarlos con esmero. Cuando llegan a casa, mi única pretensión es hacerlos agradables a la vista y al paladar, y así poder seguir escribiendo en esas hojas en blanco las excelencias de nuestra dieta. Todos lo hacemos diariamente cada vez que ponemos la cazuela en el fuego e iniciamos el protocolo culinario. Por eso, si hoy elijo una crema de verduras para dar la bienvenida a ese otoño que tanto le ha costado instalarse, es porque creo que representa esa alimentación sana y equilibrada que tenemos al alcance de la mano. Adaptable a ingredientes de temporada, sencilla de preparar, esta sopa es una fuente de salud importante para la aventura del día a día.
Bueno, pues llegados a este punto, tengo que decir que no se porqué me he puesto hoy tan seria en la introducción, teniendo en cuenta que mi único propósito era declarar oficialmente inaugurada la temporada del cuchareo caliente en casa. Pues hecho queda, ea.



Ingredientes:

-4 calabacines
-2 puerros
-2 patatas
-3 dientes de ajo
-100 g de espinacas
-3 ó 4 quesitos
-Aceite y sal
Para los tropezones:
-2 rebanadas de pan
-3 filetes de pollo
-6 dientes de ajo









Preparación:

Pelamos, lavamos y troceamos los ingredientes para la crema menos los quesitos. En un fondo de aceite rehogamos los ajos y los puerros. Añadimos las patatas, calabacines y espinacas, cubrimos de agua, ponemos sal y tapamos hasta que hierva, bajamos el fuego y lo dejamos hervir una 1/2 hora, hasta que las verduras estén tiernas. Agregamos los quesitos, trituramos, rectificamos de sal. Antes de triturar yo suelo quitar un poco de caldo, pues es más fácil añadirlo si falta, que no quitarlo una vez batido. Reservamos  y comenzamos con los tropezones. Pelamos y fileteamos los ajos, troceamos el pan en dados, también los filetes de pollo. En un fondo de aceite freímos los ajos, sacamos cuando estén dorados y reservamos. Freímos el pan y hacemos lo mismo. Añadimos un poco de aceite a la sartén, pues el pan habrá absorbido todo y salteamos el pollo con un poco de sal. Ya tenemos los tropezones, ahora solo nos queda añadirlos a la crema en la proporción que más nos guste.


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martes, 3 de noviembre de 2015

Camembert envuelto con un toque de mermelada de rosas

Si hay algo más rico que un camembert con un toque dulce, es un camembert envuelto con un toque dulce. En más de una ocasión lo vemos por la red porque las cosas buenas se propagan como la espuma y, ¿por qué no rendirse a la evidencia?. Eso sí, yo lo hago my way, como Frank Sinatra. El relleno, con cebolla confitada sin azúcar, pues cocinándola de forma lenta ya queda muy dulce. La mermelada de pétalos de rosa, regalo de mi amiga Puri, le va como anillo al dedo, aunque si os es difícil encontrarla, una de frutos rojos también lo complementa estupendamente. Un aperitivo ideal para momentos regalados con los que deleitar el paladar. A nosotros nos gusta recién hecho, calentito, crujiente y chorreante. Y si la compañía es buena, estamos en el cielo.



Ingredientes:

-1 camembert
-1 cebolla
-1 lámina de hojaldre
-1 huevo
-Mermelada de pétalos de rosa o de frutos rojos








Preparación:

Pelamos y troceamos la cebolla en juliana y la ponemos a rehogar a fuego bajito tapada por espacio al menos de una hora, debe cambiar de color y quedar blandita, moviéndola de vez en cuando. Destapamos, subimos el fuego hasta que se evapore el agua que le quede y apartamos. La ponemos en un colador para que elimine los restos de líquido que le queden. Abrimos el queso por la mitad horizontal, rellenamos con la cebolla, tapamos y lo envolvemos bien con el hojaldre cuidando de que  quede bien cerrado, pues si no se saldría con el calor. Pinchamos con un tenedor, lo pintamos con huevo batido y metemos al horno precalentado a 200 grados hasta que lo veamos dorado, unos quince minutos. Sacamos y lo acompañamos de la mermelada que más nos guste.




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