Mañana es 28 de Febrero, día de Andalucía y con ese motivo acostumbro hacer una comida típica de la Comunidad para celebrarlo. Como los dos últimos años me decidí por menú salado, en esta ocasión tocaba algo dulce. Me ha iluminado en esta tarea el libro "Despensa de recuerdos" donde el cocinero gaditano Miguel Ángel Herrera recupera el patrimonio gastronómico de la Sierra de Cádiz. Relata cómo generaciones de mujeres de saber innato y manos diestras elaboraban dulces típicos ligados a las fiestas del año: Navidad, Feria, Semana Santa,..., días de asueto donde la familia se reunía en la cocina para hacer pestiños, roscos, buñuelos o amarguillos. Estos amarguillos que hoy sirven a mi blog para transmitir la grandeza de la comida sencilla. Un legado de intensos sabores y olores, cargado de sabiduría popular. Y como diría este cocinero Algodonoleño: "debemos evitar que esta herencia se extinga en los fogones del olvido". Pues aquí está mi contribución para el recuerdo.
-2 huevos
-100 g de azúcar
-Ralladura de un limón
-4 ó 5 cucharadas de zumo de limón
-Miel
Se baten los huevos hasta que aumenten su volumen. Añadimos el azúcar, la ralladura y el zumo de limón. Se mezcla todo muy bien e incorporamos a este preparado las almendras molidas, removiéndolo después hasta obtener una masa que podamos trabajar. Seguidamente se toman porciones de la masa, las redondeamos en forma de bola y se colocan en una bandeja de horno con papel vegetal. Las horneamos a 180 grados unos veinte o veinticinco minutos hasta que estén doradas. Se dejan enfriar y se les añade miel.
Ingredientes:
-500 g de almendra molida-2 huevos
-100 g de azúcar
-Ralladura de un limón
-4 ó 5 cucharadas de zumo de limón
-Miel