Aunque haya una importante variedad de almejas, para mí, no hay ninguna mejor que la concha fina. Sugieren la mar salada en cuanto las ves. Hoy las he preparado con una salsa verde, pero no necesitan apenas nada para estar deliciosas. Comerlas es un acto compulsivo de picar, como las pipas, hasta que no acabas con ellas no puedes parar. Las considero un manjar tan rico que no hay celebración que no las ponga. Y normalmente me lo suelen agradecer porque gustan hasta a los no pescaderos. Os podéis imaginar que cuando las veo no lo puedo remediar y las compro. Pues aquí están, es mi propuesta de hoy. ¿Gustáis?.
-1 cebolla
-6 dientes de ajo
-2 ó 3 ramitas de perejil
-1/2 cucharadita de harina
-1 vaso de vino blanco
-Aceite y sal
En primer lugar lavamos bien las almejas y las ponemos en un cuenco con agua y un puñado de sal para que suelten bien la arena. Por lo menos hay que tenerlas dos horas. Picamos la cebolla fina y la rehogamos hasta que esté tierna, añadimos los ajos y el perejil picados también, la harina y rehogamos todo un minuto. Vertemos el vino y un poquito de sal. Cuando hierva agregamos las conchas y tapamos para que se abran. Cuando lo hayan hecho retiramos del fuego y listas para degustar.
Ingredientes:
-1 kg de conchas finas-1 cebolla
-6 dientes de ajo
-2 ó 3 ramitas de perejil
-1/2 cucharadita de harina
-1 vaso de vino blanco
-Aceite y sal